El amor silencioso
friendly reminder de que el amor no siempre se envuelve en las formas que esperamos
Hola, tú.
Hoy mientras cocinaba la comida de hoy me puse un poco reflexiva. Normalmente cocino porque me gusta, disfruto hacerlo, pero entonces me pregunté qué era lo que me gustaba de esta actividad, llegué a la conclusión de que no era experimentar o hacer nuevas recetas porque, aunque me resulta divertido no es aquello que me alienta a hacerlo, ni siquiera es que cocine excepcionalmente delicioso para serte sincera.
He caído en cuenta que es porque me gusta oír a mis hermanitos decir que está delicioso, o que soy la única que entiende su paladar de niños de tres años, me gusta cuando le dicen a mi mamá en tono de broma “es que ella si nos quiere” cuando ella les cocina algo que no les agrada. También disfruto ver como mi papá adora mi comida, como cuando mira recetas en internet me pregunta “¿cuándo me lo haces?, me siento realizada cuando mi mamá me agradece por cocinarle comida de acuerdo a su dieta.
Me di cuenta que esta es mi forma de decirles que los amo. La comida es mi te amo.
En mi casa no es como que esté prohibido decir te amo o que nunca se haya dicho, pero no es algo que se diga tan seguido tampoco, por ello, es que he caído en cuenta que el amor no siempre tiene que ver con un te amo.
Muchas veces me sumerjo en la forma en la que me gustaría ser amada que me olvido completamente de las formas en las que ya lo estoy siendo.
Olvido cómo mi novio siempre trata de hacerme reír en mis días más complejos, cómo comparte cosas tan íntimas conmigo, cómo se abre tanto a mí, cómo se sabe cada detalle de mí —por ejemplo, la receta de mi sándwich favorito o hasta la forma en que pido mi Subway—; cómo me hace parte de cada una de las experiencias que tiene, aun si estamos lejos.
Quizá mi papá no siempre me dice “te amo”, pero disfruta escuchar a Taylor Swift junto a mí sin quejarse. No siempre lo dice, pero si un día mencioné que me gustaba algo que compró —como un cereal o unas galletas—, probablemente en los días siguientes llegue con varias cajas o paquetes de eso.
Mis hermanitos no muchas veces me dicen un te quiero o te amo, pero mi hermano siempre llega a abrazarme, guarda en un lugar especial todos los dibujos que le he dado o en general cualquier cosa que yo le dé. O que tal mi hermana cuando me ayuda a arreglar detalles de mi ropa porque no soy la mejor cosiendo, cuando tenemos citas solo ella y yo, cuando compartimos conversaciones profundas o cuando me espera para ver una serie juntas.
También olvido cómo mi mamá siempre llega con algún dulce o chocolate; todas aquellas publicaciones de Facebook en las que me etiqueta, o cuando sube las fotos en las que quizá peor me veo, pero siempre llenas de corazones, olvido todas esas siestas juntas.
A veces tampoco pienso en mi mejor amiga que siempre está para mí aun si no nos vemos o escribimos a menudo, en mi grupo de amigos que siempre me defiende de malos comentarios, de cómo celebran mis logros como si fueran suyos.
A menudo buscamos el amor en formas que nos resultan familiares: palabras de afirmación, gestos cariñosos. Nos aferramos a esas señales porque es así como sentimos que alguien se preocupa por nosotros. Sin embargo, en ese deseo por ser comprendidos, a veces dejamos de ver las formas silenciosas, diferentes, pero igualmente genuinas, en las que otros nos entregan su amor.
¡Gracias por leerme! Cuando escribí aquí por primera vez pensé que nadie lo haría jaja, he tenido muy buen recibimiento y me pone muy feliz, entonces gracias por estar aquí.
Te quiero
-An
Qué hermoso todo lo que contaste. Me sentí muy reflejado. También creo que muchas veces cocinamos, compartimos canciones o pequeños gestos como formas de mostrar amor sin decirlo. Y me pasa eso de olvidar cuánto amor recibimos en detalles sutiles: en un abrazo, en una comida repetida porque saben que te gusta, en una charla de madrugada. Gracias por recordarlo con tanta ternura. Cuando quieras, te espero en @Lo que queda en la mesa , donde hablo de esas cosas que no siempre se dicen, pero se sienten.
Mi lenguaje del amor son las palabras de afirmación. Conocí a mi novio (que me cocina, me ama, me cuida) y él no es de muchas palabras, pero me lo demuestra cuando me cocina pastas, cuando me trae un chocolate, y demás. Me encantó y que lindo debe ser tener una flia como la tuya. No dejes de cocinar 💕☺️